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Más Abrazos // Miércoles 20 Mayo, 2020 // #parto, #salud, #maternidad
El parto, al igual que el nacimiento, es una experiencia única para cada mujer y existen varias formas en las que éste puede empezar. Es fácil confundir los indicios del “preparto” con el parto en sí, por lo que a continuación describimos los primeros indicios de que se acerca el parto.
A lo largo de la gestación con el objetivo de evitar el paso de gérmenes desde la vagina hacia el útero, es normal que se acumule una secreción mucoide en el cuello uterino, el cual es expulsado en la mayoría de las veces al final del embarazo unos días antes o durante el inicio del trabajo de parto. Se identifica por ser un “tapón” mucoso con pintas de sangre que se desprende con los primeros cambios uterinos. No es motivo de alarma en especial si ya estás con más de 37 semanas de gestación.
Cuando la membrana que contiene el líquido amniótico se rompe, este líquido empezará a salir, es posible que sientas un gran flujo o quizás uno pequeño y constante, usar toallas absorbentes es recomendable. Usualmente ocurre iniciando el trabajo de parto, el 90% de las veces las mujeres dan a luz en un lapso de 24 horas. Por lo que es un buen signo para prepararse y dirigirte al sitio planeado para el parto.
La ruptura prematura de membranas (antes de las 37 semanas de gestación) es poco común, solo sucede entre el 5 y el 10% de los embarazos, sin embargo, hay riesgo de que se presente una infección o complicaciones como parto pretérmino, así que asegúrate de llamar a tu médico de confianza para seguir las recomendaciones o consultar de inmediato.
Las primeras contracciones se sienten como cólicos, un ligero dolor a lo largo del abdomen, a veces acompañado de dolor de espalda. Toma papel, lápiz y un reloj y empieza a medir la duración de tus contracciones, de principio a fin, y la frecuencia con la que se presentan. Si las contracciones duran más de medio minuto y empiezan a ser más frecuentes y más fuertes; entonces, probablemente estás entrando en parto.
Para poder dilatar el cérvix, la red de fibras musculares que rodean el útero hala y aprietan hacia la parte superior. Estas fibras llegan a su mínima longitud en el pico de cada contracción, luego se relajan cuando la contracción disminuye, dejando el cérvix cada vez más abierto.
La mayoría de las mujeres tienen contracciones bastante fuertes y las describen como muy dolorosas. El parto es un gran esfuerzo ya que el trabajo que hace tu cuerpo para abrir el cérvix es realmente es duro.
Las contracciones normalmente se sienten como un tensionamiento gradual del abdomen y a menudo las describen como cólicos, pero mucho más fuertes.
Cuando una contracción real se presenta, es normal que se te dificulte respirar o moverte hasta que pase, así que, si no estás segura de si estas entrando en parto, probablemente no lo estas.
Cuando el parto comienza, las contracciones durarán más o menos 40 segundos y tendrán una frecuencia de alrededor de 10 minutos. Cuando estés lista para dar a luz, cada contracción durará más de un minuto y tendrán una frecuencia de menos de un minuto.
La principal recomendación para este momento es prepararte con ejercicios de respiración que te ayuden a modular el dolor y sobre todo a transportarle suficiente oxígeno a tu bebé. Por eso te recomendamos desde ahora practicar ejercicios que te ayuden a mantener una respiración pausada, haciendo consciente cada inspiración y espiración, manteniendo una posición serena lo que te permitirá manejar el estrés, ansiedad del parto y el dolor de las contracciones.
El Dr Eddie Pabón, Hematooncologo pediátra pediatra del Instituto Nacional de Cancerología. Pueden encontrarlo en sus redes Sociales o correo electronico
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El presente artículo fue elaborado en colaboración para Más Abrazos. Este contenido no reemplaza la consulta médica, ante cualquier duda o situación, consulta con tu médico o pediatra de confianza.
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